Jesús Gámez: “Es ahora cuando más estoy disfrutando del fútbol”
El mítico jugador fuengiroleño protagonizó el encuentro de ‘El deporte va por barrios’
en Fuengirola abarrotando el Parque de las Palmeras en Los Núcleos.
A pie de plaza y rodeado de niños que sueñan con ser como él, Jesús Gámez ofreció el pasado 11 de diciembre en Fuengirola una charla magistral a más de una centenar de personas que se han acercado al Parque de Las Palmeras de Los Núcleos a escucharlo. Allí, en un entorno complicado en el que a la vez se desarrollaba el encuentro había detenciones policiales, el exjugador y actual embajador del Málaga CF ha relatado algunos de los aprendizajes que el mundo del profesionalismo le ha dado. De hecho, Gámez reconoce “que es ahora cuando más estoy disfrutando del fútbol, porque soy consciente de las cosas por las que he pasado”.
La charla pertenecía al programa social y deportivo ‘El deporte va por barrios’, que organiza desde 2022 la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga con la colaboración de Fundación “la Caixa” a través de CaixaBank. En esta ocasión, y tras visitar doce barrios vulnerables de Málaga, el proyecto ha salido de la capital gracias al empuje mostrado por el Ayuntamiento de Fuengirola, que fue anfitrión del evento con la alcaldesa, Ana Mula, y el concejal de Deportes, Julio Rodríguez, a la cabeza.
Gámez, que ahora además de empresario de éxito es embajador del Málaga y entrenador de un equipo de cantera del Athletic Club Fuengirola, se sintió muy identificado por el fútbol de la calle en sus inicios: “Recuerdo los primeros golpes en la puerta de la casa. Después pasé a la calle, donde la tecnificación era darle al árbol con la pelota y había que escuchar a las abuelas. Hemos pegado bastantes pelotazos, también en la playa y en el colegio”. Muchos de sus oyentes eran sus propios jugadores, que cambiaron el entrenamiento de la tarde por una interesantísima charla formativa: “Yo estuve ahí hace mucho y me gusta que aprendáis lo que intento inculcar cada día. Nunca hay que perder la ilusión”.
Habló de valores, reduciendo: “La palabra que más me gusta es la constancia”. Y ampliando: “Respeto al compañero, unión en el vestuario, puntualidad, saber estar… El deporte me ha dado una cosa que es poder revertir una mala situación al día siguiente. Esos valores te valen para afrontar la vida en situaciones difíciles. Para mí, el deporte lo es todo: dejé el fútbol y ahora hago pádel y surf. Y no sólo por salud, es un estilo de vida”. “Y una cosa que le digo muchos a mis niños, con los que me lo paso genial en el día a día, es que aprendan a hacer autocrítica: “La tensión por perder es normal, pero analizando desde la autocrítica lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal”.
Dortmund: “Un privilegiado por vivir algo único”
Gámez respondió a las muchas preguntas de los asistentes y ofició algunos concursos de narración deportiva y de técnica individual que se premiaron con balones cedidos por la Fundación Málaga CF y con material de la APDM. También habló de aspectos interesantes de su carrera futbolística. Destacó nombres como el de Antonio Tapia: “Me hizo debutar en
Primera en el campo del Getafe. Esa era una conexión fuengiroleña. Fue profesor mío del instituto, en la hora de gimnasia empezó todo”, bromeó, y espetó: “Luego estaba muy pendiente de mí con las dietas. Con el empecé a entender lo importante que era la nutrición”.
De Pelligrini habló de “cabeza privilegiada”. “Es uno de los entrenadores más completos que he tenido, por esa inteligencia que tiene enfocada en la pelota y el respeto que se gana por su saber estar”, analizó, mientras que del Cholo señaló: “Es una persona que vive el fútbol. Su vida es fútbol, cree en lo que piensa y lo lleva al límite”.
También comentó el partido de Dortmund, en el que el Málaga fue eliminado injustamente de los cuartos de final de la Champions League: “En ese momento no nos enteramos, fue cuando entramos en el vestuario y vimos las imágenes. Ahí entramos en cólera, había sido bastante injusto. Esa semana me costó, era mi regalo de cumpleaños que era al día siguiente. Es el partido que nunca me he quitado de mi cabeza. Esa espinita siempre estará ahí. Recuerdo el silencio del autobús, un nudo en la garganta, y ese recibimiento luego en el aeropuerto fue algo inolvidable. Fui un privilegiado por vivir algo único”.